Fin de etapa

Category:

Aquí encontrarás escritos de una etapa pasada de mi vida, aunque siguen siendo míos, parte de mi, hay veces que ni yo me reconozco releyéndolos, algunos me gustan todavía, y en otros ni me reconozco, por exceso o por defecto...
Sigo escribiendo, fotografiando, etc... y seguro que en un tiempo tampoco me reconozco... pero por el momento, en mi presente puedes encontrarme en:
http://kohanart.wordpress.com/


Gracias por vuestra atención, y a los que me siguieron en este período especialmente, no suelo recibir nunca muchos comentarios, de hecho casi ninguno, así que cada palabra que me habéis escrito la llevo en mi corazón.


Maxi Kohan


Luz

Sueño de anoche

Category:

En mi sueño tuve que matarla, nunca quise hacerlo, yo la amaba, habíamos creado un mundo de dos lleno de luces, sobre todo rojas, caminos que parecían imposibles los caminamos juntos muchas veces. Ella con su pelo negro y largo, con una boquita tan  tentadores, era tan dulce… aunque ya hubiese intentado matarme dos veces antes, estaba en su naturaleza, yo se que me quiso, a su manera, de hecho me amaba, a su manera.
La última vez tuve que defenderme con el mismo cuchillo con el que ella me atacó, rasgué sus venas tan profundamente que los dos supimos que era inevitable su muerte, que así tenía que ser. Intenté cortar la hemorragia con mis manos, pero ella las apartó dulcemente, mirándome con una cara de ternura infinita, los ojos oscuros bien clavados en mi, negó con la cabeza. Me sonreía mientras me acariciaba la cara, la sangre brotando despacio, me dijo: “está bien”.
Yo no quería que se fuera, pero era lo que tenía que pasar, los dos lo sabíamos. Ella se dio media vuelta, recostada en el suelo, cogió mis brazos para que la rodease por detrás, como tantas noches hizo en nuestra cama para dos de nuestro mundo lleno de luces.
Se giró y empezó a enumerar varios momentos divertidos que vivimos, yo contenía las lágrimas y respondía, ella se animaba con la charla, se daba la vuelta, se ponía en cuclillas encima mió para darle énfasis a algunos recuerdos, nos reíamos, creo que ella sabía lo felices que fuimos, muchas veces, yo le pedía que no se moviese tanto, así aguantaría más despierta.
Me propuso que nos hiciéramos una ultima foto juntos, nos solíamos hacer muchas, a ella se le cerraban los ojos, cogí la cámara, estiré un brazo para hacernos un retrato, nos abrazamos, yo detrás, ella delante, mirando al objetivo los dos, ella besó mi cuello despacito antes de apoyar su cabeza en mi hombro, hice la primera foto, se giró lentamente y me sonrió con sus ojos oscuros, no había rencor en la mirada, ni reproche, ni arrepentimiento tampoco por haber querido matarme antes, la mirada decía: “lo siento, yo soy así”. Le propuse que hiciéramos una segunda foto, por si esta no quedaba bien, al mirar de nuevo los dos a cámara, volvió a apoyar su cabeza en mi hombro, hice la foto, pero ella ya había cerrado los ojos.
En mi sueño la abracé fuerte y empecé a llorar, al despertar seguí llorando, y mientras escribo esto, no puedo dejar de recordarla, y seguir llorando. 

Category:

habría que repintar estas paredes
las veces que haga falta
para que el color nunca muera
y las tristezas no desconchen los cimientos


que al cerrar los puños de negra rabia
se escupan músicas por la boca
y cada beso
sea el primero