El cielo acaba de caer, está cayendo, anegando nuestro pasado, ahogando mi futuro, no se si podré acabar este texto antes de ser celestialmente aplastado, no creo que mis techos soporten esta furia vertical.
Y yo que pensaba que lo divino no hacía ruido al estrellarse, pero es atronador, alguien que haya oído el grito de las nubes podrá corroborarlo; esta vez el ataque está siendo devastador, no se respetaron las más básicas convenciones de las guerras húmedas: está estipulado que los truenos deben preceder los primeros ataques,
avisar previa furia, y esta vez no fue así,
no nos dió tiempo ni de armarnos,
ni de amarnos,
ni de resguardarnos.
Creo que hasta las estrellas serán lanzadas contra nosotros,
(cuando caiga la noche, esta vez literal)
para rematar las ruinas que queden,
para que nunca hayan existido ni los vestigios de nosotros...
nos agarró desprevenidos la tormenta
yo lo acepté, no se puede luchar contra un enemigo más fuerte
vos seguís asustada
anidada en algún rincón de mis latidos
no te va a servir
aceptemos juntos la muerte
para renacer diversos
buuuuuuuuuuuuuffffff!!!!
esto hace respirar hasta el punto de la hiperventalación abrumadora.