El momento se acerca, y el tiempo se dilata proporcionalmente. Los primeros días, cuando me alisté a esta prisión, pasaban como pájaros migrando, una página en blanco era igual al blanco de la siguiente, y últimamente a medida que el día de mi liberación se acerca, ese blanco me deslumbra más, duele, quizás porque la fecha no es concreta,
sólo se intuye vecina.
Pienso que tu eres tu propio carcelero.
Anónima pasence:
a veces si, a veces es la vida la que encarcela