Era una casa curiosa, no se podía abrir una ventana, sin cerrar la puerta antes, no se podía dejar abierta la puerta, sin cerrar todas las ventanas; y todos los habitantes de la casa querían lo mismo: que corra el aire.
hay un lugar donde aún se reza de verdad donde la fe sigue siendo responsabilidad la esperanza maná el fervor palabra común los niños tienen la misma sonrisa que un adulto y siguen siendo niños los adultos siguen riendo como niños y son adultos dicen “Dios” en muchas lenguas hasta en el idioma del silencio
hay un lugar al que se accede una vez sólo camino de ida solamente el necio abandona ese lugar y si uno se va el camino de vuelta desaparece
hay un lugar donde el viento es música el aire sólo el aire motivo de alegría las camas y las almohadas rellenas de pétalos de flores azules, malvas, cobrizas el mar y los rios acarician como nubes el cielo se pinta a cada segundo con trillones de tonos mar de un salto se llega a cualquier sitio querer y poder son sinónimos no existen en los diccionarios palabras como: tristeza herida abandono ni los prefijos: a- contra- anti- des-
en las armonías casi no se emplean los modos menores el concepto de sueño y realidad se funde como dos amantes excelentes se funden se forma un vocablo impronunciable sólo sabido por los habitantes de ese lugar inconcebible aqui
ese lugar lo vi una vez volví ya no está por necio
soñé libertad dormí entre cadenas rotas desperté sin resonar de tambores ni látigos me ví como un espejo frente a un espejo pétalo que se separa de la madre/flor volando primaveras sin rumbo
y ahora me toca quedarme atrás en un momento de irrealidad vivida nadando entre algo que nunca supe si fue o no: un día más largo que los días descompuesto de temperaturas de noches, de soles de lluvias como avisos de botellas nómadas de músicas ridículas convertidas en momentos sublimes una habitación de entrada nunca vista un céntrico balcón sonrojado tanto arte mezclado tanta mezcla artística
un "si" valiente capaz de anhiquilar todos los "noes" una cama avergonzada convertida en humedades inesperadas en risas intermedias en temblores constructivos en soluciones posibles
pero ahora me toca quedarme atrás porque más adelante se me acabaron las horas
dulcemente me desahuciaron acariciándome con uñas afiladas
me pinté las venas de tinta las camas de sangre abandoné un olvido, o dos siempre bajo un océano en calma a veces nadando entre nubes a veces solo a veces conmigo
dulcemente me desahuciaron de mortales caricias
me quedé sin UN refugio con TODAS las calles pero al final conseguí liberar toda mi esperanza
imposibilitado en el amor incapaz de leer señales amarillas en un mundo gris condenado a un destino marcado por uno mismo seguro tembloroso desarraigado
Las bebidas tropicales se hicieron más dulces cuando descubrimos el placer del arte común, figuras azules de Matisse, sonrisas, arte indú, sonrisas, tu tesis final de historia del arte, sonrisas, tienes un nombre dulce, sonrisas, posibles exposiciones para visitar (indirectamente juntos), sonrisas. Tanta gente en el local nos empujaba a juntar cada vez más nuestras sonrisas, no nos resistimos al roce y las miradas empezaban a temblarnos, tuvimos que salir fuera, te fuiste calle arriba, yo me quedé en la plaza junto a otras sonrisas (estas sin arte), nos encontraríamos más tarde…
La noche nos perdió.
Nunca sabré si volviste a aquella plaza.
Continuó la mía
siguió la tuya
pero la noche
no fue nuestra.
Me desperté anulado por los excesos, con un nombre dulce en la memoria.
las alarmas aullaron invisibles arroparon el peligro del recuerdo de una futura derrota compartida mientras tanto un imperio de lunas se escondía disfrazado en lo negro por no ser cómplice de noches descosidas se quemó nuestro jardín con llamas oscuras no hubo suficiente agua ni en todos los océanos que nos separaban ni se hicieron visibles las alarmas
comenzó por un rostro a través del cristal de una botella la espuma se compartía el sonido era fuerte como los latidos compartidos también repartidos entre la música y una luna dibujada al final fuerte
dejame vivir que con vos ya es imposible pero sin vos se puede re-aprender recordando la vida antessin tu existencia la era en que no había traiciones y las mentiras no abrían puertas de muerte cuando la esperanza era pura y las oportunidades se respetaban
Esta mañana el agua tenía sabor ocre, me refresqué con su frío, sentí bostezar mis poros, pinté con su transparencia el final de mis sueños, y de algunas pesadillas. Me vestí como de persona, primero la piel, pantalón, camiseta y vergüenza. Después el alimento matutino, café dulce, tostada salada.
Llaves, puerta, recorrer el camino de siempre, algunos árboles que saludar, mucho asfalto que pisar, coches y señales que respetar. Llegada a la estación de vías cruzadas, ticket permisivo de la zona B3 a la A. Puntual el tren como casi siempre a y 28. Durante el trayecto me acompañaron los poemas de AlejandraPizarnik (de lo poco que AMO en esta vida).
El cielo hoy no decidía que color vestir, tenía un día neutro, sólo brillaba albino y regular (siempre me pareció increíble el influjo que tiene, pues muchas veces cuando se viste de sol ando mejor, de invierno pensativo, de otoño bucólico y así…) y en el correr del tren ni se inmutaba.
Atravesando el tercer túnel, tras la segunda parada sobre un puente, ví fugazmente la figura de una madre con el cochecito de su bebé, yo creía que lo iba a arrojar a las vías desde lo alto, ¿qué importaba? ella lo había decidido y el bebé no podía decidir.
Empezaba un nuevo día, quedaba la tarde y la noche…
Llegada al trabajo, retratos de desconocidos (trans-formados en desconocidas) para convertirlos en clones de revistas (es que en mi profesión soy esclavo del imperio de lo usual), una, dos, tres… fui amable y sugerentemente invitado a blancos talcos de extraños efectos que me daban picores de nariz y mientras tanto dolorosos e inútiles fantasmas del pasado me atacaban con mensajes.
Terminó la tarde con una enorme y bellísima brasileña mulata con un pene de 20 centímetros dándome su teléfono en un papel a escondidas.
No se si es el mundo que se volvió loco, o mi vida se aficionó al LSD sin que me diera cuenta.
"Un mundo sin arte no es un mundo", esta maxima siempre me ha acompañado. Soy fotógrafo, diseñador, músico y drogadicto de la vida, la aventura y los sueños.
Más en de mi en: http://kohanart.wordpress.com
kohanart@yahoo.es