las alarmas aullaron invisibles
arroparon el peligro
del recuerdo de una futura derrota compartida
mientras tanto un imperio de lunas se escondía
disfrazado en lo negro
por no ser cómplice
de noches descosidas
se quemó nuestro jardín
con llamas oscuras
no hubo suficiente agua
ni en todos los océanos que nos separaban
ni se hicieron visibles
las alarmas
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El que juega con fuego se quema