Las bebidas tropicales se hicieron más dulces cuando descubrimos el placer del arte común, figuras azules de Matisse, sonrisas, arte indú, sonrisas, tu tesis final de historia del arte, sonrisas, tienes un nombre dulce, sonrisas, posibles exposiciones para visitar (indirectamente juntos), sonrisas. Tanta gente en el local nos empujaba a juntar cada vez más nuestras sonrisas, no nos resistimos al roce y las miradas empezaban a temblarnos, tuvimos que salir fuera, te fuiste calle arriba, yo me quedé en la plaza junto a otras sonrisas (estas sin arte), nos encontraríamos más tarde…
La noche nos perdió.
Nunca sabré si volviste a aquella plaza.
Continuó la mía
siguió la tuya
pero la noche
no fue nuestra.
Me desperté anulado por los excesos, con un nombre dulce en la memoria.
Me hubiese encantado violarte pidiendo permiso
Hacerte el amor sin preguntar
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