fueron tantos los pedazos que era imposible remendar
ni dormía ni estaba despierto
ni estar en este, ni a otro mundo se podía dirigir
era imposible naufragar, y era inútil nadar
una caricia de ahogo permanente
sus colores mantenían una esperanza
que entraba por la luz, y salía por la muerte
desestabilizó su imagen, pero no la rompió del todo
se oscureció tanto que sus ojos se quemaron
devoto de dioses se olvidó de los demonios
todas sus frases fueron ya escritas
no quedaba ya imaginar ni una sola letra más
sus versos se vengaron, igual que él los torturó
había delante una salida de infinitos imposibles
ya no luchaba los caminos, peleaba las derrotas
la caída era lenta
amable
una pluma no elige destino en la tormenta
(Nota del autor, o sea yo: esto lo escribí durante un delirius tremens tremendo de vino, ni lo recordaba al día siguiente, de ahi su mediocre calidad, pero... es lo que parieron las botellas, asi que aqui lo dejo)
tal vez en esoso momento sea cuando somos más sinceros con nosotros mismo y con el mundo entero
esa es una buena practica que algunos poetas desarrollaron hace algunos anos, otros lo seguiran haciendo, lo ignoro, existen poetas? espero... lo bueno algunas veces es separarse del estado "ocnsciente", deberiamos hacerlo mas seguido... si se dieran cuenta que la vida es corta, y que permance? que bien se viviria.