el final de todo lo hermoso

llega

no pensé que acabaría

mi cabeza da vueltas ante el vértigo de tal pérdida

vino el final del día, vacuo

sin culpa

esclavo de un tiempo falso

del que no tomé conciencia hasta su final

del que no quise ser mentira

no olvido que hubo días llenos

y sonrío a pesar del pesar

a pesar de los días muertos

de los plenos, también

lloro

no olvido

y esa sea quizás la clave de mis sustentos hasta ahora

ese “no olvido” de estas noches infinitas, calmas

sin querer ser calmas

no me di cuenta que lo hermoso también termina

sabía que mis dolores algún día acabarían

sabía que el amor aun acabado a otro llamaría

por pura aritmética vital

por pura geometría de necesidad

de biológica necedad

quizás

pero esto no

esto no

esto

no

no quiero acabar el libro, y aunque yo no lo quiera

ya intuyo un final

el suyo

el que yo no escribí

siendo inocente me siento culpable

inocente porque yo no escribí este final que se aproxima

culpable porque quizás, a lo largo de mis días pude reclamar al Editor dos páginas más

diez

veinte

reclamar mi vida

mi valía

treinta y un

años más

quizás

hubo días llenos de otros días que vendrían

escondidos ahora en la opaca memoria de esta copa que alzo

y brindo

aunque las nieves se derritan, aunque me acerque a mí otra vez

desde mi mismo con calma

sin ahuyentarme y correr volando

como siempre

aunque no quiera esta yerma primavera

y limpio de noches

me voy dando cuenta:

el final de todo lo hermoso

se aproxima