Pequeña autobiografía de anoche:

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Anoche fue una de las más largas de mi vida…

Sobre que últimamente ya tengo recurrentes pensamientos dañinos durante el día, ahora la noche también se presta a traicionarme, no vale el cansancio físico, ejercicio durante el día, los fármacos, los litros de vino, las lecturas densas, las ligeras, mi cuerpo y mi mente están decididos a dejarme en este estado límbico de eterno agotamiento. Dicen que el cuerpo es sabio, no me queda más remedio que seguirlo y aceptarlo.

Lo que si fue más curioso es soñar esporádicamente durante los minutos de “descanso”, ya que yo normalmente o no sueño, o nunca los recuerdo, pero anoche fueron cinco intensos sueños muy diferenciados, como ejercicio intentaré narrarlos, y como todo lo que escribo: de mí, por mí, y para mi, así que si alguien lo lee y no lo entiende, bueno, los sueños sueños son, yo tampoco los entiendo (aunque leo algunas líneas de morfeo claramente ahora que los pienso) los describiré como los recuerdo, sin artificios ni intentos de organizarlos.


El primer sueño:

Vivía en una casa llena de pasillos interconectados entre sí, entendía que era algo temporal, como si estuviese alquilando una habitación durante un tiempo. Allí vivía conmigo una señora a la que llamaba “la tita”, anciana afable y enérgica, siempre sonriente, de vestido/camisón azul con algunas manchas blancas, delgada.

En el “universo” de este sueño había algo particular… yo vivía en una especie de conventillo, una mini comunidad de vecinos, y era usual en el mundo, no sólo en ese lugar, sino en el mundo entero, en cada comunidad de vecinos, que durante una semana cada casa invitaba a desayunar a las demás, a cualquier hora tu te levantabas, veías el tablón y sabías que en casa de X tocaba esta semana, así que ibas y te preparaban el café con lo que sea, hacía poco le había tocado a “la tita”, yo no se porqué motivo me confundí de casa, subí al ultimo piso, pregunté por el desayuno y una chica, cuyo rostro no recuerdo, pero se que era muy bella, se rió y me dijo que hoy le tocaba a X del tercero, aun así me dejó pasar y me preparó café, yo me recuerdo obnubilado por su belleza, fresca, juvenil, además sólo llevaba puesto algo muy ligero, entró a su habitación yo la seguí discreto, entreabrí la puerta para ver como colocaba unas cajas sobre lo alto de un armario, y al estirarse dejó entrever sus muslos, sus nalgas perfectas… salí de la casa, no recuerdo mucho más, se que viví muchas aventuras en esa comunidad, pero sólo recuerdo dos:

Un día entró como muriéndose un anciano, golpeando la puerta con el cuerpo y cayendo al suelo, la “tita” lo miró y sonrió calma, simpática, yo me asusté, ella me miró con ojos serenos como de “tranquilo esto pasa siempre”, el hombre susurraba entre sollozos: “no puedo más, no puedo más, es primavera y no lo aguanto más”, al mismo tiempo se masturbaba sin control en el suelo, y lloraba desesperado, con un llanto suave pero terriblemente desgarrador… yo entendía en el sueño que había visto a la chica del 5to, y que él mismo era conciente de lo viejo que era, y que aún tenía mucho deseo dentro suyo, que no podía, que nunca más le iban a satisfacer, me puse triste por entender eso, y sólo lo veía llorar y masturbarse en el suelo, entre lágrimas y esperma derramado…

Otro incidente fue con un tipo que se apareció en mi sueño, al que conozco, solía ser el aprovisionador de “felices sustancias fumables” en Granada, dónde yo vivía, lo llamaré H. Un día H apareció, se ve que vivía en mi comunidad, me preguntó si lo quería acompañar en su furgoneta a ver a sus sobrinitos, y que tenía que llevarle algo a su hermano, en mi sueño el comerciaba con chatarra o algo por el estilo… llegamos a un desguace o algo así, todo parecía normal, había tres sobrinitos preciosos de diferentes edades, que jugaban conmigo, yo sonreía, y el me decía “no siempre es así”, salimos a buscar algo, no recuerdo que, y al volver todo había cambiado, los niños seguían felices, me jugaban y se alegraban de verme, pero todo había cambiado, el paisaje era decadente, junto al bebé jugueteaba una enorme araña moribunda, todo estaba sucio, los niños arrastraban polvo de herrumbres, la casa estaba agrietada, y me invadió una sensación terrible de desahucio, de soledad infinita, de impotencia total… H me sonrió con pena, volvimos a la furgoneta, y hasta ahí ese sueño, no recuerdo más.


El segundo sueño:

En un avión, me dirigía a algún país tropical, (seguramente sean reminiscencias de mi último viaje a Cuba), a mi lado una mujer muy simpática, embarazada como de 8 meses, hablábamos, sólo recuerdo comer de las bandejas, y charlar…


El tercer sueño:

Aquí se vieron implicadas personas reales de mi vida y mi pasado.

Madrid, estaba sentado en una terraza, no se con que amigos, sólo recuerdo a mi hermano, estábamos bien, bebíamos, charlábamos animados, reíamos, e inauditamente apareció mi ex-nada (la llamaré así porque nunca fuimos nada en realidad) junto con su novio, se sentaron unas mesas más allá, yo me quedé congelado, pues ellos ¡vivían a 6000 Km! ¿Qué hacían en Madrid? Mis amigos, concientes de la situación me calmaban, yo no me podía mover. Mi ex-nada cuchicheaba en su mesa junto a otra persona y miraba hacia dónde estábamos, ellos eran tres, nosotros seis. De repente ella se levantó y se dirigió dónde estábamos, todos callamos, empezó a dar vueltas alrededor de la mesa, mirándome como de lado y altanera (una mirada muy característica suya), desafiante, yo no podía levantar la mirada, el terror me paralizaba y no podía apenas respirar. Dio varias vueltas a la mesa, sonrió como victoriosa y volvió a la suya, mofándose y mirándome a lo lejos le decía a su novio: ¿ves que no pasa nada? Los tres rieron. Mas gente empezó a llegar a su mesa, con cajas y focos, entonces entendí… estábamos en la plaza Tirso de Molina, allí se encuentra un teatro muy grande e importante de la capital, me di cuenta que venían de gira con alguna obra (su novio es director de teatro en la realidad). Se los veía muy felices, saludaban a todos los que pasaban por su mesa. Mis amigos me levantaron, yo sólo podía repetir: “necesito vino”, y me temblaba mucho el pulso, “necesito vino, necesito vino… “ como un mantra, mis amigos me arrastraron plaza abajo, y según nos íbamos se me cruzaban más personas con focos y cajas que iban a la obra de teatro, yo, mientras me alejaba de la terraza, en el mismo sueño pensaba “claro, teatro, sólo eso podían hacer, crear realidades falsas, en definitiva, mentir” (de hecho me desperté sudando con esa frase en la cabeza, y a partir de ahí recordé todo el sueño); cambió la escena repentinamente a un edificio en ruinas, el entorno era como Beirut en los 80, de destrucción y post-guerra, mi casa era ruinas, bebía junto con un amigo, y se nos acabaron las botellas, no podía yo controlar el pulso de mis manos que temblaban sin parar a causa del alcohol, el bajó a por más, yo me quedé intentando parar el temblor de una mano, con la otra que también temblaba.


El cuarto sueño:

En alguna ciudad que no conocía, sólo.

Alguien me había recomendado un pequeñísimo restaurante italiano, me dijeron que era increíble, único, su comida era exquisita… preguntando y a través de autobuses llegué. Era un local de unos 60 metros cuadrados, muy cuco, decorado tipo toscana, cabían pocas mesas, y sobre la barra colgaban a modo de menú y decoración todo tipo de pinchos de carnes crudas especiadas, y pastas con diferentes formas, el olor era espectacular. Yo llevaba una chaqueta y 50€, como se agolpaba mucha gente en el local y las sillas se ocupaban rápido decidí dejar mi chaqueta en una mesa para después de pedir en la barra sentarme allí, me guardé los 50€ en el bolsillo, hice un par de bromas con el cajero sobre la cantidad de cosas ricas que había y que uno no sabía que pedir. No se que ocurrió exactamente que tuve que salir fuera, en teoría un segundo, justo antes de pedir, no recuerdo donde me dirigía, pero alguien me indicó que era preciso coger un autobús, que estaba cerca el lugar al que tenía que ir y que eran dos paradas. Yo pensaba que había dejado la chaqueta en el restaurante, estaba preocupado, pero me dije: “bueno, será un segundo”

Cogí un autobús, pero este no paró, seguía y seguía por calles que yo no conocía, doblaba esquinas, luces de neón, noche.

Bajé al final del recorrido, perdido, preguntaba a gente en la calle, y nadie supo decirme dónde quedaba ese restaurante, ni yo sabía volver.


Quinto sueño:

En un local de ensayo, había varios músicos y más gente, muy buenos, un pianista, un contrabajista, un trompetista y mi hermano a las percusiones (recuerdo 2 congas y parte de una batería). De repente toda la gente de la sala se fue, mi hermano incluido, y me quedé con 3 músicos, estos improvisaron uno por uno melodías preciosas de latin-cuban jazz, sólo recuerdo al pianista, era buenísimo, me llegó el turno de improvisar a mi, todos me miraron, pero yo no era percusionista, sabía lo básico, aún así, con miedo y todo me atreví, e hice un solo normalito, pero original, el pianista me miró, asintió con la cabeza, yo sonreí y le expliqué avergonzado que en realidad soy guitarrista (que en la vida real es cierto)

No recuerdo más. Pero sentí un momento afable y tranquilo. Como cuando después de salir a un escenario, tras los nervios previos, todo pasa y al final sale bien.

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El mundo de los sueños es increíble, porque se que no dormí ni una hora en total, pero viví vidas enteras anoche, me despertaba, daba vueltas por el lugar en el que duermo, y seguramente me influencié por los libros que me absorben últimamente (he abandonado temporalmente el mundo de la imagen y mi antigua profesión de fotógrafo por el pensamiento y la poesía):

1-Los poemas de Alejandra Pizarnik (mi nuevo amor absoluto) sobre todo su libro “Los trabajos y las noches”.

2 - “Para acabar con el juicio de Dios” de Antonin Artaud, mi nuevo hermanosuperhéroe (y eso que yo no soy fan de nada ni admiro con locura a nadie). También me FASCINAN sus teorías sobre “el teatro de la crueldad”.

3- “La derrota del pensamiento” de Alain Fikielkraut.

4 – Un libro de esos ñoños de Jorge Bucai sobre la felicidad.

5 – Intento memorizar las breves pero profundísimas “15 thèses sur l’art contemporain” de Alain Badiou.


Ya de madrugada, entre las 6 y las 7 AM me vino una imagen a la cabeza (no se si fue sueño o pensamiento) que flotaba en una línea sutil entre dos mundos:


un inmenso espacio oscuro de silencio

sin forma ni gravedad

una vela blanca alumbraba un centro imposible

dos personas con grandes capuchas blancas que no dejaban ver sus rostros

envueltas completamente en pulcrísimas mortajas blancas

arrodillados alrededor de la pequeña llama

uno frente al otro

en silencio ritual

sólo se movía el minúsculo fuego

con movimiento de una vela a punto de extinguirse

sé que uno era yo

y creo que el otro también.



Madrid. Jueves 2 de Abril de 2009.

15:45

Me voy a dormir.

Comments (2)

Supongo que la gente no comenta porque se queda sin palabras...
"no puedo más, no puedo más, es primavera y no lo aguanto más" Qué fuerte que hayas soñado eso... Lo que es el subconsciente, y lo que me está descubriendo, jajaja...
Por cierto qué gracia lo de la "tita".
Hace días que no recuerdo mis sueños, pero cuando sueñe contigo ya te los contaré.


Hoy soy fósforo, estoy demasiado cansada.
Así que dame besitos en las rodillas, que me duelen mucho...

Supongo que la gente no comenta porque nadie me lee, o a nadie le interesa/gusta lo que escribo, no hay más motivo...
y me da igual, mientras la poquísima gente que aprecio quiera saber un poquito de mi, aunque no me entienda.

Besos rodillosos niña todoslosfuegos.

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