no te abandones todavía
quedan aún tedios y fortunas
besos lacrimales, oceánicos
caminos de espinas de tres puntas
colores in-humanos
esperanzas nuevas que perder, reencuentros
después
ilusiones para estrangular
alguna que otra invitación a lo que sea
inviernos que compartir en noches veraniegas
primaveras para estornudar
trabajos y días
melodías no-natas (palabras van quedando pocas)
páginas para romper y rehacer
y de nuevo romperlas
mejor esta vez
queda la fatiga de la vida
el cansancio de la muerte
un cielo que respira incluso antes de que tu llegaras
que seguirá respirando cuando te vayas
que le queda azul
un poco
todavía
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
⎯ ¿Sabe?, yo también creía que los unicornios eran monstruos fabulosos. ¡Nunca había visto uno de verdad!
⎯ Bueno, pues ahora que nos hemos visto −dijo el unicornio−, si tú crees en mí, yo creeré en ti. ¿Trato hecho?
Lewis Carroll, Alicia a través del espejo